PROPUESTAS EDUCATIVAS SEGÚN TEORÍAS POLÍTICAS
En el contexto político, se observa un desconocimiento de los estudiantes sobre las ideologías políticas en una institución de la región Ayacucho y se menciona que solo eligen a los candidatos por simpatía personal, frases populares, presencia en redes sociales o promesas superficiales, sin evaluar críticamente sus posturas sobre la economía, la naturaleza, la educación, salud, los derechos humanos o la democracia. Esta situación limita la capacidad de los estudiantes para tomar decisiones informadas y éticas durante los procesos electorales, afectando su futura práctica docente.
PROPUESTAS EDUCATIVAS DEL SOCIALISMO
El socialismo propone una educación orientada hacia la transformación social y la equidad.
Estas teorías pedagógicas que buscan empoderar a los oprimidos y promover una educación colectiva y transformadora.
(Sinclair, 2021) El socialismo concibe la educación como un derecho social universal garantizado por un Estado activo que busca la equidad, la inclusión y la formación integral de ciudadanos críticos y comprometidos con la justicia social. La educación desde esta óptica tiene un fuerte énfasis en la transformación social, la democratización y la interculturalidad, buscando superar las desigualdades estructurales. Sin embargo, este modelo enfrenta retos como la posible burocratización y la necesidad de garantizar espacios para la pluralidad y el pensamiento crítico. (Karl Marx)
(Javier, 2008) En su obra Pedagogía del oprimido, Freire critica la educación tradicional, que considera una herramienta de opresión, y propone una pedagogía liberadora basada en el diálogo y la conciencia crítica. Freire aboga por una educación que permita a los estudiantes comprender y transformar su realidad social. (Paulo Freire)
Estas perspectivas sugieren que una educación basada en principios socialistas puede contribuir a la formación de ciudadanos críticos y comprometidos con la justicia social.
PROPUESTAS EDUCATIVAS DEL LIBERALISMO
El liberalismo, en sus diversas corrientes, promueve la libertad individual, la autonomía y la competencia.
(Smith, 1776)Desde la perspectiva liberal, la educación se entiende como un espacio de libertad individual y elección, donde el Estado tiene un rol secundario y se promueve la competencia y la meritocracia. Esta visión enfatiza la autonomía de las instituciones educativas, la participación del sector privado y la preparación para el mercado laboral. Si bien esto puede fomentar innovación y diversidad educativa, también puede profundizar las desigualdades sociales, ya que no todos los estudiantes parten de condiciones igualitarias para aprovechar esas libertades.
(Urueta, 2023) defendía una educación que permitiera a los individuos desarrollar su capacidad de razonamiento y elección autónoma. Consideraba que el Estado debía garantizar una educación básica que proporcionara los conocimientos necesarios para la participación racional en la sociedad, sin imponer una visión particular del bien. (Stuart John)
CONCLUSIÓN
Como futuros docentes, comprender estas teorías políticas y sus propuestas educativas es fundamental. No basta con votar o elegir candidatos; es imprescindible analizar cómo sus ideas impactan la calidad, la equidad y la democracia en la educación. Sólo con una comprensión crítica se podrá defender y promover una educación que no solo transmita conocimientos, sino que también forme ciudadanos conscientes, participativos y capaces de construir sociedades justas.
En suma, el reto es trascender las opciones superficiales y reconocer que la educación es un campo político, social y ético donde convergen intereses, ideologías y valores. Como futuro docente debemos de estar preparado para navegar este complejo escenario, promoviendo una educación democrática, intercultural y de calidad, que integre las mejores aportaciones del liberalismo y el socialismo para construir un país más equitativo y libre.
Tanto el liberalismo como el socialismo ofrecen enfoques distintos pero valiosos sobre la educación. Desde el liberalismo, se destaca la importancia de la libertad individual, la autonomía y el derecho de cada persona a elegir su camino educativo, promoviendo el pensamiento crítico, la competencia y la iniciativa personal. En cambio, el socialismo pone el énfasis en la igualdad, la justicia social y el acceso universal a una educación gratuita y de calidad, considerando que el conocimiento debe estar al servicio del bien común y no de intereses individuales o de mercado.
Ambos modelos coinciden en reconocer a la educación como un pilar fundamental para el desarrollo humano y social, pero difieren en los medios y objetivos prioritarios. Una educación equilibrada podría tomar lo mejor de ambos enfoques: garantizar la libertad de pensamiento y, al mismo tiempo, asegurar la igualdad de oportunidades para todos.